DGT Gold Club

Loable acción la de la Dirección General de Tráfico al regalar a los conductores un descuento del 50% si se pagan las multas a los 20 días de que te impongan la sanción. Es una buena manera de conseguir incrementar la recaudación e intentar que la gente imponga menos recursos.

Así figura en la nueva Ley de Tráfico, y no es para menos. Estamos en crisis y la Administración necesita recaudar dinero a toda prisa. Cuanto antes mejor. De hecho se puede abonar la multa en el acto si te para una patrulla de la Guardia Civil. (No quiero perderme la imagen del agente de verde con la «bacaladera» en la mano… ¿Y la conversación? Son 200 euros, si paga ahora 100. ¿Acepta American? No, sólo visa o mastercard… Impagable la escena, sólo va a faltar que te regalen una tarjeta de puntos por regalos).

Y para aquel que tenga la tentación de no pagar, tranquilo. Si en 30 días no has efectuado el pago la DGT inicia un procedimiento administrativo para que te quiten el dinero de la cuenta. Lógico que el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, diga que aquellos que no paguen lo van a tener más difícil a partir de ahora.

Evidentemente todo es por nuestra seguridad, pero ¿en realidad es necesario someter al conductor a la presión que tiene ahora mismo? Conducir supone estar mirando constantemente la velocidad a la que viajas, estar pendiente de los radares y de los frenazos que pegan los que van delante de ti. Eso por no hablar de la conducción en ciudad: parquímetros, zonas residenciales de acceso restringido que hay que adivinar, radares contra aquellos que se saltan un semáforo, y así un largo etcétera.

Aunque no puedo evitar ver una paradoja en el hecho de que la DGT estreche el cerco a la velocidad, y en cambio Interior esté diciendo a la Guardia Civil que rebaje el número de controles de alcoholemia que efectúan.

Me parece fantástico que se  haga todo lo posible por garantizar la seguridad en las carreteras, pero no se puede hacer sólo tocando el bolsillo del conductor. Se necesitan reformas urgentes en las carreteras españolas. Y no sólo eso, también es necesaria una reforma en las autoescuelas, centros donde más que enseñarte a conducir, te dicen cómo aprobar el examen para tráfico. La base de una buena conducción es, bajo mi punto de vista, la responsabilidad y la educación. Sin ellas poco puede hacerse.

¿Vosotros qué pensáis? Animaos y comentad.

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